Confieso que no conocía el trabajo de Philippe Genty y de su mujer, la coreógrafa Mary Underwood, pero luego de pocos segundos de adentrada la proyección de una de sus piezas, estuve atrapada de inmediato.
El lenguaje que maneja es una mezcla de danza e interpretación maravillosa, engranada con el uso de elementos variados que aportan mucha riqueza visual en el escenario, y por supuesto las increíbles marionetas salidas del imaginario de Philippe. Estas últimas son la pieza mas especial de sus puestas, ya que manejadas por los mismos actores, estas se convierten en vivos protagonistas de cada escena.
Se hizo la proyección de dos fragmentos de ‘L’Attrape Rêves’, documental sobre la dinámica de creación de Philippe, y luego él y Mary nos daban sus historias sobre cada experiencia para luego dar pie a las preguntas de los asistentes.
Nos contó sobre sus inicios como titiritero, cuando manejaba un teatro de marionetas portátiles que le ayudó a costear sus gastos mientras viajaba por el mundo durante cuatro años. Que durante estos viajes comenzaría su inspiración en los sueños, lo que le llevó a materializar no solo sus marionetas, sino todos los elementos y el universo en el que existirían.
También estuvo con nosotros una de las bailarinas de la compañía, Maja Bekken, quien se encargó de responder las dudas que tenían los estudiantes de interpretación sobre el exigente y duro proceso al que se enfrentan estos actores. Nos contó como era la experiencia de integrar el trabajo interpretativo junto a los títeres, y todos los otros elementos que se incluyen en los espectáculos, como telas, papeles y cualquier otro material por el que Philippe sienta curiosidad. Muchas veces tienen que manejar o hacer mas de una cosa a la vez, lo cual representa un gran reto según Maja, y siempre deben adaptarse a los objetos y estudiar su comportamiento, 'escuchar al objeto con todo el cuerpo'.
Sin lugar a dudas es un privilegio ser testigo de una forma de arte tan única y enriquecedora, y mas aún poder compartir directamente con sus creadores. El mundo de Philippe y Mary es inspirador.
Por Juls Sosa, alumna del Área de Artes Escénicas.