Estamos en la recta final para entregar el Premio TAI al Mejor Director en el festival Jameson Notodofilmfest, un premio que ofrecerá al futuro ganador el rodaje de un cortometraje de calidad profesional valorado en 12.000€ con los medios artísticos y técnicos de la Escuela TAI y producido por TAI Producciones. Os queremos sumergir en este fascinante mundo de creación y rodaje minucioso que cada uno de los directores nominados nos han dejado ver en esta serie de entrevistas que iremos publicando a lo largo de esta semana.
Para empezar hemos hablado con Nico Aguerre, director de 'Iniciación a la fotografía' nominado al Premio TAI al Mejor Director. A sus espaldas, Nico, ya cuenta con varios cortos grabados y en este festival también ha sido nominado al Gran Premio Jameson a la Mejor Película.
¿Cómo surgió Iniciación a la fotografía?
Iniciación a la fotografía surgió de una conversación que mantuve con Laura Barba. Me contó una anécdota y enseguida supe que ahí había una historia. En aquel momento yo estaba dando clases en una escuela de fotografía. Mezclé ambos conceptos y le envié el guión a Laura. Aprovechamos una corta estancia que hizo en Barcelona para rodarlo.
¿Con qué recursos contasteis para llevarlo a cabo?
Contábamos con dos cámaras canon 550 D y dos micros rode ntg-1: uno sujeto a una pértiga y el otro al palo de una escoba. En cuanto a la iluminación rescatamos un par de focos para fotografía y conseguimos un panel de luz fría. Lo rodamos con las dos cámaras y los dos micros grabando simultáneamente la secuencia. Solo contábamos con dos personas detrás de las cámaras, Edgar Melo y un servidor. Y como teníamos que aguantar las pértigas no podíamos ver lo que grabábamos.
Háblanos de tu experiencia en el rodaje
Fue corto pero intenso. Al iniciar el rodaje no teníamos suficientes extras. De 7 personas que iban a venir, tan solo aparecieron dos. Tuvimos que hacer llamadas de emergencia para cubrir los huecos. En el guion ponía que en la clase solo había chicas. Tuvimos que readaptar un par de líneas del diálogo y tirar para adelante con tres amigos y la novia de uno de los actores.
Tomé la decisión de colocar las dos cámaras dándose la espalda la una a la otra, grabando simultáneamente y a la misma altura los dos planos que conforman el cortometraje, lo que me obligó a usar lentes angulares. Ahí empezó el calvario. Ninguno de nosotros cayó en que la deformación de las lentes provocaba un error de racord en las miradas de los personajes. Tema que no supimos solucionar, porque yo seguí durante todo el rodaje empeñado en que se tenía que rodar así. Yo quería que los actores se pisaran, se interrumpieran. Creí en ese momento que la única manera de hacerlo era esa.
'No me gusta analizar mi trabajo. Una vez lo termino, no vuelvo a verlo. Soy bastante autodestructivo. Pero me gusta sentir que termino lo que empiezo'
¿De qué forma ha influido tu bagaje cinematográfico a la hora de afrontar este proyecto?
Yo realizo más de seis cortometrajes al año. Y con todos ellos aprendo algo nuevo. Tengo un método de trabajo que se repite. Siempre escribo partiendo de lo que tengo. Iniciación a la fotografía no es una excepción.
Si tuvieras que definir a grandes rasgos tu trabajo, Cuál sería el mensaje que querrías transmitir?
Me gusta terminar lo que empiezo. Podré hacerlo mal. Pero lo hago. Tenga o no tenga dinero. No me gusta analizar mi trabajo. Una vez lo termino, no vuelvo a verlo. Soy bastante autodestructivo. Pero me gusta sentir que termino lo que empiezo.
¿Tienes futuros proyectos en mente?
Cuando termino un proyecto procuro tener varios en marcha. Mi mejor trabajo es el siguiente. Ahora estoy terminando de editar mi primer largometraje documental, Cabriante, co dirigido junto a Edgar Melo. Tengo dos cortometrajes en fase de preproducción, estoy rodando una serie online y preparo la adaptación al cine de la obra de teatro "Que vaya bonito". Ah, y ya tengo escritos tres notodos para el año que viene.
_ Javier Mateo Hidalgo
