Los estudiantes de 2º del Grado en Composición Musical interpretan sus propias piezas en un Concierto de Música Moderna

Daniel Batán, uno de los docentes a cargo de la asignatura, ha motivado a los estudiantes a profundizar en la música instrumental moderna, ampliando así el repertorio de estilos y herramientas musicales que guíen su camino en la composición. En esta oportunidad, los estudiantes tuvieron la libertad de fusionar géneros como jazz, blues, funk, R&B o soul, entre otros. El objetivo fue incentivar que los futuros compositores también dirijan e interpreten sus propias piezas e instrumentos. La ventaja que ofrece este encuentro especial entre la partitura y el escenario es la interpretación de las composiciones en compañía de músicos profesionales como, en este caso, Javier Martínez, Jordi Ballarín, Marcos Merino, Jesús Caparrón y Rodrigo Ballesteros. Una oportunidad de contacto con la escena profesional que la Escuela TAI siempre promueve. Así como, el registro audiovisual de las piezas que el profesor Batán considera importante, porque “pueden incluirlo en su portfolio personal”. En algunos casos, los estudiantes prefirieron participar solo en la dirección de sus piezas porque, como explicó el alumno Javier Pla, “también es enriquecedor ver el proceso desde fuera, como la parte de compositor en vez de intérprete… ver cómo empasta tu música con todo”. Así, como el resto de los espectadores presentes en el concierto, se pudo contemplar el resultado final donde la trompeta, el saxo, el piano, el bajo, y la batería conversaron en un ensamble perfectamente ejecutado que permitió disfrutar de cada pieza y apreciar el trabajo conjunto de estudiantes y maestros tal como lo expresa Federico Baixeras: “Como espectador y docente, las propuestas que presentaron los alumnos y alumnas de 2º del Grado en Composición Musical me reafirmaron en la creencia de que alumnos, profesores y Escuela de la mano, pueden llegar muy lejos. El éxito de una escuela y de sus docentes, sólo puede ser el éxito de sus estudiantes y, después de este concierto, sólo pude sentir verdadero orgullo.” El reto que implicó componer la pieza en su totalidad, según los estudiantes, fue elaborar una maqueta que logre reflejar la música de cada instrumento y la comunión de estos tal y como deseaban que se interprete. Para ello, la dedicación entregada en cada clase y la participación en dos Masterclasses de trompeta y saxofón, colaboraron con la preparación necesaria para la composición de sus piezas. El concierto se llevó a cabo el 9 de febrero y dejó huella en los asistentes y en el aprendizaje de los estudiantes. Entre ellos, el alumno Melquiades Álvarez, uno de los que se animaron a interpretar su composición, resumió gratamente su proceso: “Es una experiencia muy enriquecedora porque tanto escribir para esos músicos como estar con ellos y, efectivamente, dar las directrices para que suene como tal, es una experiencia muy formativa y muy importante que seguramente me vaya a servir en situaciones próximas de mi vida.”