El objetivo de todo guion es llegar a ser vendido y producido. Esta tarea no es nada fácil y requiere tiempo y paciencia. No existen fórmulas que lleven al éxito ni que hagan que una productora esté dispuesta a producir un guion. Por eso existen algunos pasos que pueden facilitar esta labor.
Revisar el guion antes de intentar venderlo
Desde el momento en el que el guionista se enfrenta a la escritura de un guion, debe tener en mente que esa versión no será definitiva, y que su trabajo es reescribir y revisar constantemente hasta conseguir la versión final. Incluso, mientras que la historia se rueda pueden surgir cambios necesarios por los que se tendrá que volver a cambiar el guion. Además, hay que tener en cuenta que la estructura del guion debe ser adecuada para su correcta comprensión.
Una vez terminado, es el momento de intentar venderlo para su producción. En este paso hay que revisarlo para ver si cuadra con las productoras a las que se enviará la propuesta, ya que no tiene mucho sentido mandar un drama a una productora de cine de terror.
Registrar el guion
Aunque la OMPI - Organismo Mundial de Propiedad Intelectual - declara que "la protección del derecho de autor se obtiene automáticamente sin necesidad de efectuar ningún registro ni trámite”, pero siempre es mejor tener el respaldo de un organismo a la hora de defender una obra.
Registrar un guion es muy sencillo: se puede hacer presencialmente en la Oficina de Propiedad Intelectual o ante notario, y de forma TELEMÁTICA, a través de correo certificado o en instituciones privadas.
Documentos que acompañan al guion en la venta
Un guion de largometraje suele ser un documento de ciento veinte páginas y ninguna productora tiene los medios necesarios para poder revisar todos los que recibe. Esta es la razón por la que es muy recomendable enviar, junto al guion, un dossier que explique la obra de manera concisa y visual. Debe contener:
- Título de la obra y autor.
- Ficha técnica: género, duración y público objetivo.
- Logline: una frase breve y concisa que explique la historia.
- Sinopsis: un resumen que explique el eje central de la historia y los personajes principales.
- Tratamiento: Un resumen más completo y extenso en el que se explican los puntos fuertes del guion. Incluye: qué y cómo suceden los actos, cuáles son los giros, las relaciones entre los personajes principales y secundarios, la atmósfera, etc..
- Biografía de los protagonistas, así como su background y rasgos principales de su personalidad. Se puede incluir también un breve resumen de los personajes secundarios si se ve necesario.
Además, si el proyecto está lo suficientemente avanzado, el dossier puede contener también: datos técnicos, presupuestos, cartas de compromiso de los actores, etc.. Puedes ver aquí algunos consejos para elaborar un buen dossier.
Como dato extra, es interesante tener preparado un pitch. Una presentación verbal de no más de siete minutos en las que el guionista vende su obra a la productora en un tono llamativo y profesional.
Vender un guion
El paso principal para vender un guion es analizar el mercado cinematográfico. No todos los países funcionan igual pero, en general, las mismas productoras suelen tener acuerdos con guionistas para la producción. Por eso es importante moverse y darse a conocer. Presentar un guion a productoras adecuadas con el género de la historia y poner en foco en las que sean más pequeñas y locales, como puede ser ATM Producciones, pues así habrá una probabilidad más alta de que el guion sea aceptado.
La clave está en la constancia
La realidad es que la venta de un guion lleva tiempo y no suele ser rápido, pero la clave está en no perder nunca la esperanza. No vender un guion no significa que sea malo o que no sirva, sino que no es adecuado para la productora o que, simplemente, no es momento. Hay que seguir escribiendo, creando y probando, hasta que llegue el día en el que la oportunidad llegue.