Mozart, Freddy Mercury, Brian Wilson o Miles Davis. Aparte de un talento musical indudable, algo más unía a estos genios de la historia de la música: el oído absoluto. Tradicionalmente se ha considerado que es una habilidad innata, pero no tiene por qué ser así. También es posible entrenarlo. Los estudios musicales pueden ser el mejor espacio en el que adiestrarse para alcanzarlo.
¿Qué es el oído absoluto?
El oído absoluto va más allá de lo que habitualmente se ha considerado el buen oído musical. Quienes lo poseen pueden identificar un estímulo auditivo aislado sin contar con un estímulo auditivo de referencia. ¿Esto qué significa? ¿Cómo funciona el oído musical de las personas que gozan de este don?
Por un lado, quienes lo poseen pueden reproducir una melodía escuchada una sola vez. Además, son capaces de identificar notas musicales de forma aislada. Del mismo modo, tienen la capacidad de identificar los tonos de una composición musical.
En principio, todo parece indicar que es una ventaja para el músico. Así parecen indicarlo numerosos estudios como los desarrollados en la revista científica Psychonomic Society por K.E. Eaton y M.H. Siegel, que afirman que “es generalmente una ventaja para el músico, ya que le ayuda a afinar el instrumento, ejecutar a primera vista precisa y fácilmente y a saber cómo sonará una melodía solo leyendo la partitura”.
Sin embargo, existen informes que contradicen esta concepción. En La psicología de la música (1982), W.D. Ward y E.M. Burns señalan que estas cualidades son también compartidas por personas que no poseen este don e incluso refieren experimentos anteriores que destacan una carencia de flexibilidad en quienes lo poseen.
En cualquier caso, conviene no confundirlo con el buen oído musical, dos conceptos que tradicionalmente no se deslindan. El oído absoluto lo poseen 1 de cada 10.000 personas, es decir, se trata de una capacidad bastante extraordinaria.
Sin embargo, es habitual que se crea que todas las personas capaces de tocar una melodía habiéndola escuchado solo una vez cuentan con oído absoluto. Y eso es matizable. Muchos de los artistas necesitan que se les dé un tono de referencia para interpretar el tema. En este caso se trataría de oído relativo.
¿Qué oído escucha mejor la música?
Más allá del oído absoluto, este complejo y sensible órgano, capaz de interpretar los sonidos que escuchamos, está lleno de características sorprendentes. Por ejemplo, ¿sabías que uno de nuestros oídos escucha mejor las conversaciones de las personas?
Esa fue la conclusión de un estudio conjunto sobre la audición desarrollado por la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Arizona. Y uno de los resultados más sorprendente de dicha investigación es conocer qué oído escucha mejor la música.
Lo que ha demostrado este estudio científico es que el oído derecho está mejor adaptado para escuchar música, mientras que el oído izquierdo capta mejor los sonidos del habla.
La investigación se prolongó durante seis años y consistió en emitir dos clases de sonidos diferentes a más de 3.000 recién nacidos. El resultado fue claro: cada oído procesa mejor determinados sonidos y es el derecho nuestro oído musical.
Test oído musical
Cada persona es consciente de cómo es su relación particular con la música, de si tiene un buen oído musical. Pero no dejaba de ser una simple percepción hasta ahora. Porque la Universidad de Harvard ha desarrollado un test digital que permite comprobar cómo funciona su oído musical e, incluso, si posee oído absoluto.
Este test virtual, desarrollado por investigadores de la universidad norteamericana, puede completarlo cualquier persona en este enlace. El test hace una valoración de la capacidad auditiva de distinguir los tonos y ritmos musicales.
El test consiste en escuchar diferentes tonos y valorar las diferencias tonales que percibe el oyente. Una fórmula rápida y sencilla que permite determinar si la persona que lo realiza tiene buen oído musical.
“El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla”, escribió el poeta inglés Robert Browning. TAI apuesta en sus proyectos formativos por estimular el aprendizaje musical, sabedora de que las artes tienen la capacidad de transformar la sociedad. Y los resultados son muy alentadores, como demuestra el éxito de Raquel López, alumni de TAI, y bajista del premiado grupo Ginebras. También importantes miembros de la industria musical, como el productor Rafa Sardina, ganador de 17 premios Grammy, o Lulo Pérez, productor de artistas como Alejandro Sanz o Joaquín Sabina, han visitado la escuela y dado las claves sobre todo lo que rodea el mundo de la música.