David Fincher
El cine es un medio arriesgado, apasionante, imperfecto y emocional
Cineasta
“Si tienes que excavar un poco más para llegar a ser genial, con una toma más, un intento más, vale la pena”
El cineasta David Fincher ha impartido una master class exclusiva en nuestra sede para hablar de su distinguida carrera cinematográfica.
El encuentro con el director de Seven, El club de la lucha o La red social está enmarcado dentro del Ciclo de Masterclasses Internacionales de TAI gracias al cual han visitado la escuela John Waters, David Lynch (ambos en colaboración con el Festival Rizoma) o Spike Jonze.
Un encuentro con un artista fundamental del cine norteamericano cuya carrera artística se ha afianzado sobre una impecable tradición cinematográfica y la revalorización del thriller de acción, un género imprescindible en la industria audiovisual actual. Como director, David Fincher ha logrado convertir cada proyecto que aborda en un trabajo impecable de factura personal gracias a un lenguaje y estilo audiovisual propios, lo que le convierte en un artista referente para la formación de nuevos cineastas y creadores.
APRENDER DE LOS ERRORES
El gran maestro del thriller contemporáneo se adentró en el mundo del cine trabajando directamente en la industria en diferentes oficios. Afirma que en ese momento estaba más interesado en “lo táctil”, mientras que la mayoría de estudiantes querían dedicarse a la dirección o a la interpretación. “Creo que aprendí mejor a base de errores. No quería aprender conceptual o teóricamente”. El valor de la práctica y la importancia de aprender todos los oficios del cine antes de elegir una especialización es uno de los rasgos distintivos de nuestros programas de cinematografía y artes audiovisuales.
David Fincher comenzó trabajando en una productora de animación en Mill Valley, moviendo máquinas, en el laboratorio de fotografía y en todo tipo de tareas de apoyo. Progresivamente fue ascendiendo a otros puestos como ayudante de dirección y participó en trabajos de animación y motion control. Posteriormente trabajó en Industrial Light&Magic en go motion, el antecesor de las imágenes generadas por ordenador, y en el departamento de matte painting, donde se sentía como “el nexo entre diversas disciplinas”, destacando la importancia de la interdisciplinariedad, uno de los valores esenciales de TAI. Para el director este fue un lugar excelente para aprender porque siempre tenía que encontrar nuevas maneras de hacer las cosas.
Tras estas experiencias, comenzó a dirigir pequeños anuncios y videoclips hasta que le ofrecieron su primera película, Alien 3. Aunque siente que no era la oportunidad que estaba esperando ni se encontraba preparado para manejar un proyecto de esas características, fue un proceso de aprendizaje significativo acerca de cómo funciona la industria en Hollywood. Destaca que para él lo más importante que puede tener un cineasta es “la habilidad para expresar su intención”. En este sentido, aconseja a nuestros estudiantes desarrollar la capacidad de saber especificar las ideas de sus creaciones y qué es lo que quieren conseguir exactamente para poder negociar y trabajar con el resto del equipo: “Es muy importante ser capaz de seducir, guiar, razonar y emocionar a la gente con tu intención. Tienes un tiempo muy limitado para expresar tu punto de vista y ser conciso es un sello de calidad para un director”.
LA IMPORTANCIA DEL DETALLE
David Fincher es un director conocido por el perfeccionismo en su trabajo y la importancia que concede a la calidad de los detalles. No obstante, él considera que no se trata tanto de la perfección como del poder que tiene el cine como medio y la responsabilidad del cineasta frente al público: “El cine es un medio arriesgado, apasionante, imperfecto y emocional por naturaleza. Un grupo de personas, que en su mayoría son desconocidos, están sentados en la oscuridad y te están dando acceso a sus mentes a través de sus ojos y oídos durante unas dos horas y media. Es una gran responsabilidad. Y para mí dirigir no es tanto lo que quieres ver, sino que, durante el día de rodaje, se trata más bien de limitar todo aquello que no quieres ver para no desviar la atención del público”.
Asimismo, el director destaca la importancia del trabajo en equipo, considerando que la clave a la hora de crear una buena película es ser capaz de lograr una sincronización entre todas las personas que participan en una producción para que el público pueda conectar realmente con la obra y las ideas que se pretenden transmitir. Se trata de “quitar obstáculos entre la intención y la comunicación de una idea” para que “personas desconocidas sientan algo en concreto simultáneamente”.
Respecto a su trabajo en series como The House of Cards o Mindhunter, David Fincher destaca el potencial de la pequeña pantalla para explorar novedosos formatos narrativos: “La televisión es el único sitio donde se puede hablar sobre personajes, porque en el cine no hay tiempo para desarrollarlos, las películas se han convertido en pornografía de la destrucción”.
El maestro del thriller insiste nuevamente en la importancia del trabajo en equipo en el cine y de cada uno de los profesionales que participan en una producción. Define la creación de una película como un “ajedrez tridimensional” en el que todo debe encajar y estar al servicio de la obra, incluyendo a los actores y actrices: “Les tengo un respeto enorme a los actores. Es una de las cosas más difíciles que puedes hacer, dividir tu conciencia para no pensar en qué estás haciendo y, al mismo tiempo, preocuparte de cómo se está percibiendo. Pero más allá de eso, no les pongo en un pedestal en comparación a los cámaras o los guionistas. No confío en actores que no escuchan a los demás”.
Para Fincher, las actuaciones más memorables son las de aquellos intérpretes que son “creíbles, sinceros y están presentes para todo el mundo a su alrededor”, que conecten no solo con la cámara, sino con todas las personas con las que están trabajando. Por ello, el cineasta, haciendo gala de su meticulosidad, afirma que ese tipo de interpretación representa un acto de generosidad: “Si tienes que excavar un poco más para llegar a ser genial, con una toma más, un intento más, vale la pena”.
Especialidad
Cineasta
Biografía
David Andrew Leo Fincher (Denver, Colorado, 28 de agosto de 1962) es un director y productor de cine, televisión y videoclips. Conocido por la fuerza de las imágenes en sus películas, Fincher es uno de los directores más innovadores de la actualidad.
Después de finalizar su educación secundaria, Fincher trabajó para Korty Films en la película animada Twice upon a time (1983). Posteriormente, se unió al equipo de la compañía de efectos especiales Industrial Light and Magic, donde trabajó en éxitos de taquilla como Return of the Jedi (1983) o Indiana Jones (1984).
Continuó desarrollando otros proyectos dirigiendo spots publicitarios para marcas como Revlon, Converse, Nike, Pepsi, Sony o Levi’s, con los que ganó una gran reputación por su trabajo vanguardista. Asimismo, comenzó a realizar videoclips con artistas como Madonna o Aerosmith y fundó la productora Propaganda Films en 1986.
De Alien a los Rolling Stones
Debutó como director de cine con Alien 3 (1993), aunque continuó dirigiendo vídeos musicales y haciendo publicidad. En 1994 ganó un premio Grammy por el videoclip Love is strong de los Rolling Stones. Al año siguiente estrenó el thriller Seven, protagonizado por Brad Pitt, Morgan Freeman, Gwyneth Paltrow y Kevin Spacey, obteniendo un gran éxito de taquilla.
En 1997 llegaría The game, mientras que en 1999 Fincher se adentra en un territorio oscuro y complejo con El club de la lucha, protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt. En 2002 se estrenó La habitación del pánico, con Jodie Foster y Kristen Stewart. Tres películas caracterizadas por su originalidad y el sello personal del autor, destacando especialmente la adaptación literaria de El club de la lucha, una película con un alto contenido existencial elevada a la categoría de película de culto.
En 2007 el estreno de la película policíaca Zodiac en el Festival de Cannes tuvo una gran acogida por parte de la crítica, siendo considerada como una de las películas más importantes del año dentro del circuito internacional gracias a la calidad del trabajo de preproducción e investigación.
A continuación, Fincher abordó uno de sus proyectos más difíciles con la película El curioso caso de Benjamin Button (2008), basada en una historia de F. Scott Fitzgerald. Con un gran dominio de la técnica y la tecnología cinematográfica, Fincher logró captar la atención de críticos y espectadores, obteniendo 13 nominaciones al Óscar y consolidándose como un cineasta con un estilo propio y personal que le distingue y diferencia dentro del cine comercial.