Con la publicación de 'The Americans' (Francia 1958), Robert Frank cambió el fotoperiodismo, marcando un antes y un después. Hasta entonces, la idea de “el momento decisivo” de Cartier-Bresson era la norma imperante, con la publicación de este libro Robert Frank se revela, huyendo de esos momentos y buscando los instantes intersticiales, aquellos en los que “no pasa nada” por considerarlos más llenos de verdad. Nos introduce dentro de una visión subjetiva, convirtiendo al fotógrafo en el verdadero protagonista.
Una de las prácticas que solemos hacer en el Máster de Fotografía Artística y Documental de TAI consiste en estudiar a un fotógrafo en concreto, sumergirnos en su técnica, en las tácticas de su fotografía, comprenderlo y posteriormente tratar de plasmar lo aprendido en nuestras propias fotos.
No se trata de imitar al fotógrafo en cuestión, sino de tomar nuestras propias fotografías inspirándonos en su forma de fotografiar. En nuestro caso nos inspiramos en su archiconocida obra The Americans.
La importancia de Frank se manifiesta también en una corriente nueva en el ámbito de la fotografía documental, donde el reportaje pasa a un segundo término y las opiniones, críticas y visiones estético-artísticas acaban imponiéndose, es decir prevalece el fondo sobre la forma.
La visión del fotógrafo, su impronta, prevalece sobre la noticia y el objeto fotografiado. Es el fotógrafo el que se impone al medio y busca sus fotos y su discurso, en vez de ser un cazador de imágenes al acecho de que ocurra algo. Las imágenes pasaron de ser un lenguaje universal, fácilmente comprensible, a conformar un discurso complejo que requiere cierto esfuerzo por parte del observador, abriendo la puerta a las interpretaciones y matices.
Por Borja Sánchez, alumno del Master en Fotografía Artística y Documental en TAI