La cola para entrar hacía meandros rodeando La Riviera desde las 7 de la tarde… la temporada musical de la capital iba a comenzar de forma colosal. El recibimiento de uno de los músicos fundamentales del Rock del siglo XXI no podía ser menos. Con 37 años Mr. Jack White ha conseguido convertirse en un veterano por su dominio de la guitarra y la reinterpretación del mejor legado de música norteamericana de todos los tiempos, desde el Blues al Rockabilly, Country o Folk. Fuera sólo quedaron los menores de 18 años llorando a lágrima tendida por saber lo que se perdían, pese a haber estado esperando el momento durante meses con su entrada comprada. Normas de la sala.
'This is Madrid, right?'
Salió a escena serio y con esa blancura enfermiza que le caracteriza. Con camisa, chaleco y gomina. Como marcan los cánones. Los primeros acordes con sabor a heavy metal despistaron a los seguidores más veteranos, aunque la presencia de un resplandeciente piano negro charol sirvió de consuelo y dio esperanzas de ver al auténtico White.
Su repertorio contó con versiones de sus distintas formaciones, desde el mítico grupo con el que se dio a conocer mundialmente The White Stripes, como el que formó con Brendan Benson, The Raconteurs, o The Dead Weather, su tercera banda junto a Alison Mosshart, voz de The Kills. Todos ellos distintas caras de una misma moneda: el alma y la maestría de un músico brillante que consiguió emocionar en directo con cada acorde, y cuyo talento superó las deficiencias de una sala llena hasta las ridículas palmeras que decoran la barra.
Steady As You Go
Mención especial merece este tema que se convirtió en el punto de inflexión del concierto. Compuesto junto a otro músico veterano en los escenarios, cuya carrera, sin embargo, no ha despegado de manera tan fugaz como la de White, Brendan Benson también pasó este año por Madrid, de forma discreta pero contundente en la sala Moby Dick, sólo para los oídos de los más incondicionales, como una servidora, que también tuvo la oportunidad de ver a estos dos maestros juntos desplegar sus encantos para dar vida a uno de los temas más brillantes de la carrera de ambos en su primer concierto en Londres.
A partir de aquí todo el concierto fue un regalo de este auténtico y extraordinario músico de Detroit y una de las dos bandas que le acompaña en la gira de su primer disco en solitario, “Blunderbuss”. Y fue, precisamente entonces, cuando White empezó a sentirse cómodo e incluso hasta sonreír. Lo había conseguido. Había logrado elevar el ambiente hasta el punto de sobrepasar los límites de un concierto decente y convertirlo en espectacular. Ahora estaba a gusto, ahora podía soltarse la melena.
Un Dios Salvaje a la Batería
La fuerza del directo la completó bajo, contrabajo, violín y un moderno al teclado que por momentos fueron acallados por un implacable batería, un verdadero animal salvaje a la altura de la primorosa guitarra de White, con quien protagonizó los mejores momentos de un concierto de puro y auténtico Rock, cuyo colofón fue un bis de casi una hora y un guiño final al público, sudoroso, feliz y enloquecido: 'Seven Nation Army', riff que se ha convertido en himno de guerra a nivel mundial y que, por muy manido que esté, recupera toda su potencia y frescura cuando suena en la guitarra de su creador.
Ya sea White Stripes, The Racounteurs, Dead Weather o en solitario, Mr. White ha demostrado ser un músico genuino que sabe interpretar y hacer vibrar ese espíritu que ha ido pasando de genio a genio en la Historia de la música americana. Porque tan importante es saber componer como saber recoger el legado de quien ha vivido por y para la música. Amén.
- La Moderna de Mierda Twitter: @Lamodernademier