
Tiene ojeras, miopía y un arsenal de facturas pendientes como consecuencia de haber elegido la libertad – o quizá la prisión- que supone la vida ligada al arte. Por boca un cráter, por mente un vasto archivo de la basura que vertemos. María Cañas es un mechero social que no cesa en su empeño de avivar la mente colectiva, prácticamente ajena al horripilante mundo reglamentario que nos ocupa.
Tan cierto es que la primera vez que vi la obra de María Cañas no me gustó, como que la segunda vez que volví a ella no la comprendí. Pese a su paso por la escuela, aún tengo al sensación de que mucho de la narrativa de su trabajo se me escapa por una clara falta de formación en el tema. Sin embargo, siento que su cine me atraviesa como todas las cosas buenas o terribles de la vida y provoca en mí el principio del cambio que con constancia se le exige a las obras de arte.

Luis Gordo, Jacinto Esteban, Jordi Costa, Craig Welding, Alberto González, Fernando Ruíz Vergara, Beatriz Sánchez, David Crespo, Virginia García del Pino, Vincent Gallo, Santiago Serra y Oliver Groulx son algunos de los innumerables referentes que nos ha dejado la sevillana en su paso por la Escuela Universitaria de Artes y Espectáculos TAI a los alumnos del máster de guión, dirección y documental / experimental en un taller intensivo de dos días en colaboración con Márgenes.
Hacer arte porque si no te suicidas, porque necesitas entender las cosas, o materializar tu incomprensión ante ellas. Para ser libre, o creer que lo eres. Para sentir que no formas parte del mundo que detestas, aunque estés tan adentro como cualquiera. Dice María que la regla de oro es que no hay regla de oro y que, aunque la revolución no será televisada, nosotros estamos ahora mismo creando otra televisión. Su trabajo parte claramente del derecho a la rebeldía, del derecho al pataleo; y en el arte se permite la licencia para hacer lo que en la vida no hace.

Reconoce que hay días en los que pierde la fe, pero a veces se sorprende encendiendo a la gente y eso la hace seguir. Todo es política- insiste- lo personal es también político. Agárrate a la creatividad, eso nunca te va a faltar. En los peores momentos me ha salvado una película. –afirma– Somos los libros que hemos leído y las películas que hemos visto. Estamos todos conectados por el arte.
Estudiaremos para continuar la revolución y, con cámara o sin ella, nos tiraremos al abismo, María Cañas, seguiremos tu consejo, seremos proteicos y felices.
Virginia Rota
Alumna del Master en Cine Documental y Experimental