4 musicales en 3 días. Y porque no había más sesiones. Si ya te conoces el Big Ben, el Palacio de Buckingham, Harrods y hasta el nuevo estadio Olímpico, nada mejor que aprovechar una visita a Londres para dedicarte en cuerpo y alma a ver las novedades de la cartelera teatral del West End. Más bien no diría 'aprovechar para' si no 'ir para', porque disfrutar de los mejores musicales del mundo (con permiso de Broadway, claro) merece ser uno de los objetivos principales de una visita a los dominios de Isabel II.
Y sin más dilación nos metemos en faena, que para eso estoy escribiendo este post, para contaros de primera mano todas las novedades de los escenarios británicos.
EL GUARDAESPALDAS
El primero de la tanda de shows que me disponía a ver. Tuve suerte y pude comprar un 'day ticket', número reducido de entradas que se adquieren el mismo día de la función por un precio que suele rondar las 25 libras y que normalmente están situadas en la primera fila del patio de butacas. Lo malo es que te arriesgas a no tener entradas y lo bueno es que, como pocos turistas conocen estas ofertas, casi siempre hay alguna libre y lo ves todo bien cerca y bien baratito (aunque claro... después de leer este post quizás alguno más se haya enterado).
El caso es que ahí estaba yo, a un palmo del escenario y preguntándome un poco que hacía allí. ¿Un musical basado en la película de Withney Houston y Kevin Costner? ¿Con los grandes éxitos de la diva recién fallecida como principal reclamo publicitario? De ahí no podía salir nada bueno y mi expectativa era más bien baja. Bajísima. Pues bendita expectativa, porque no pude más que rebatirla según iba viendo el espectáculo. Aunque a la protagonista la vistan como de presentadora de gala de José Luis Moreno durante todo el show, el musical es una muy buena versión de la famosa película. Han sabido adaptar lo mejor de la pantalla y lo han llevado al escenario, con un reparto en estado de gracia y una puesta en escena muy efectiva y sorprendentemente elegante (la escenografía es por lo general sobria, las proyecciones se usan de forma imaginativa y la iluminación ayuda a resaltar las actuaciones musicales).
En cuanto al elenco, los dos protagonistas lo bordan, tanto Lloyd Owen en el papel de guardaespaldas como Heather Headley (ganadora del Tony a la Mejor Actriz por el musical 'Aida') en el de la cantante, con una química extraordinaria entre ambos. ¡Y que dos numerazos finales! Excepcional realización del que transcurre en los Oscars, no por menos esperado menos impresionante el de 'I will always love you' (¿sabéis a quién miró la protagonista justo cuando para la música y empieza el grito principal de la canción? ¡Bingo! ¡A mí! He de decir que yo también la miré a ella, hasta que la plataforma hidráulica en la que estaba subida empezó a elevarse y todo lo que podía ver era la densa nube de humo artificial que inundaba las primeras filas), y la apoteosis final con un número sorpresa que no voy a desvelar. En resumen; un gran espectáculo, no se dejen llevar por los prejuicios y el que dirán y vayan, no se arrepentirán.
LOSERVILLE
En otros viajes ya me había visto todos los títulos importantes ('Wicked', 'Billy Elliot', 'El Rey León', 'Matilda'...) y ahora buscaba algo liviano para ir en una matinee de miércoles así que con otro 'day ticket' terminé en el Teatro Garrick viendo 'Loserville' (¡porque no había caido en la cuenta que había una producción en gira de 'American Idiot' que si no mi elección hubiera sido otra!).
Lo publicitan como una mezcla entre 'Grease' y 'The Big Bang Theory' y es un musical simpático sobre geeks al que le está costando encontrar su público. Más bien digamos que no le va a costar encontrarlo por mucho más tiempo... ya que por baja afluencia de espectadores se ven obligados a bajar el telón en enero. Una pena porque el espectáculo tiene muchas cosas interesantes a destacar, como por ejemplo la desbordante energía de su joven reparto y una escenografía inspirada en las tripas de un ordenador y que se va combinando con dibujos en hojas de libretas gigantes para recrear los diferentes escenarios.
VIVA FOREVER
Horror, espanto, broma, disparate... muchos son los adjetivos que me viene a la cabeza para describir el musical creado a partir de las canciones de las Spice Girls. Como con 'El Guardaespaldas' pero el caso contrario, grandes expectativas y tremendo fiasco. Aunque no soy fan del grupo (no porque no me gusten sus canciones, que me gustan, si no porque soy poco fanático y mitómano en general), he de confesar que el album de debut de las Spice Girls fue el primer cd que me compré en mi flamante nueva cadena musical (hasta entonces tiraba tan contento con casettes y con los 40 Principales). Sólo por eso ya merecía un respeto hacia mis recuerdos, pero no fue así, no se apiadaron de mí y pude asistir a un despropósito escénico de dimensiones estratosféricas.
El musical es infumable, una historia manida y sin pies ni cabeza donde no hay un solo numero musical que brille, que recurre al tópico de los realities de tv y a los tópicos de España. Porque aunque parezca mentira, España tiene mucha importancia en la trama, con un personaje que dice 'no soy español, soy de Cataluña' (verídico) y una ambientación de los números que se desarrollan en España con el toro de Osborne, bailaoras, toreros, gigantes y cabezudos, música que es mezcla entre flamenco, mariachi o batucada, decorados que parecen Marruecos y una criada que es como la Poncia de La Casa de Bernarda Alba. Vivir para ver. Ver para creer.
Han querido hacer una especie de 'Mamma Mía' pero, a pesar de casi calcar la estructura de alguno de los números de aquel musical (el argumento y puesta en escena de '2 become 1' es un plagio de 'Take a Chance on Me'), ni las canciones de las Spice son las de Abba (por mucho que yo tenga cariño a mi primer cd) ni está ambientado en un exótica Grecia sino en una España cañí de auténtica vergüenza ajena. Solo destacaría alguna de las actrices maduras (la madre y la mentora del personaje principal) porque al grupo de protagonistas jóvenes (un trasunto de las Spice) le falta garra y le falta de todo, importándote bien poco lo que les pase a sus personajes.
En fin, un producto que solo puede funcionar para fans acérrimos del grupo y en Londres por patriotismo de producto pop nacional (hasta el diseño gráfico de todo el marketing hace alusión a la bandera británica). Y encima este era el único ticket que había comprado por adelantado... ¡y bien caro!
SINGING IN THE RAIN
