'El cine sensible' escrito por Jennifer Da Silva, alumna del Master en Dirección Cinematográfica de la Escuela Universitaria de Artes y Espectáculos TAI, es el ensayo ganador del concurso organizado por CINEMA OF TURKEY en el marco del 1º Festival de Cine Turco acogido por TAI. La ganadora ha sido elegida por el grupo de académicos, los productores, directores y actores implicados en el Festival.
El Festival de Cine Turco ha sido organizado por la plataforma CINEMA OF TURKEY en colaboración con el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, la Universidad de Estambul y EDGE CCF, y celebrado en TAI en el mes de mayo.

CINEMA OF TURKEY ha dotado el premio con un viaje a Estambul y un fin de semana en el gran Steigenberger Hotel Maslak en el mes de julio, con todos los gastos de viaje y alojamiento pagados.
'El cine sensible'
Por Jennifer Da Silva.
Pienso en Estambul, seductoramente situado entre dos continentes, exigiendo día a día a sus transeúntes confrontar el simbolismo del viaje intercontinental entre Europa y Asia. No puedo sino pensar que quizás, secretamente, esta dualidad se ha colado en el cine; donde se juntan los rigores e intereses de occidente, con la mística de oriente.
Allí está lo cotidiano, presentando cada ápice de realidad con un reto que es a la vez mágico y primitivo. Por ejemplo, el descenso a las minas del 'Sueño de la Mariposa', donde una chica hermosa se viste de hombre para vivir la aventura del amor más allá de su clase; o el acto de domar a un caballo salvaje de 'Winter Sleep', con el intelectual, ignorante del poder del cuerpo, perplejo ante el poder de sus decisiones.
El día a día turco nos supera. Se presenta dentro de los códigos habituales de Europa, pero cada paso es absolutamente exótico y desconocido. Allí radica su belleza.
La clase y otras luchas
Confieso que en mi experiencia personal, ha sido de gran interés confrontar la idea de pobreza y lucha de clases dentro del cine turco. Tanto 'El Sueño de la Mariposa' como 'Winter Sleep', presentan un grupo social que vive a pesar de la miseria y otro que intenta sobrevivir, e incluso vivir, a pesar de la dureza del mundo. 'Lo que es hermoso, es que estamos vivos', dice Muzafer, un personaje que lucha por preservar su alegría y sus ganas de vivir a pesar de la pobreza y la enfermedad.
A Muzafer, tuberculoso y pobre, lo vemos pedir alojamiento en el sanatorio a un médico que transita por la colina. Éste apenas se inmuta, y utiliza un argumento 'lógico', ensayado y banal para negarle su ayuda. Sin embargo, al descubrirlo poeta, y apreciar la belleza de su arte, se conmueve y lo lleva.
Por su parte, Aydin representa la misma esencia del poeta, un ser humano, reflexivo y artístico, situado del otro lado del espectro: el del dinero. Para él vivir al margen de la pobreza implica perder la dignidad. Llevar en sus manos el peso de su negocio lo vuelve mundano y lo aleja de su mundo de letras donde permanece impoluta la belleza del pensamiento. Aislado, como está, se niega a abrir los ojos frente a las necesidades del otro. Le dice a su propio inquilino que el desalojo no depende de él, pero se interesa en comprometerse a ayudar a una mujer que le escribe una carta enaltecedora. Aydin es el más precioso de los hipócritas, porque ignora su hipocresía.

Ceylan encuentra cientos de maneras de desarrollar esta premisa: el niño que desmaya mientras Aydin extiende su mano para ser besada, Fatma, la sirvienta de la casa, que a pesar de su omnipresencia, nunca reclama el plano más que para atender a su señor. Pequeños detalles que hacen indiscutible a un gran director.
El arte en el arte
Es un placer ver los más agrios temas sociales tratados con la óptica de a sensibilidad artística. Infiero que el cine turco es sensible, y se niega a rendirse a lo real en nombre de rechazar el guiño a otras disciplinas como la música, la literatura y la poesía. Por eso, los personajes que hemos descubierto en esta muestra son intelectuales, poetas, críticos de música y dramaturgos que no pueden ver al mundo más que a través del prisma del arte que todo enaltece. Rustu escribe hasta morir, y Muzafer, que apenas le sobrevive, le acompaña hasta su último suspiro entre libros y poesía.

Ignoro si el cine turco renace, o se consolida. Pero sin duda se yergue con firmeza. De la visita a nuestra escuela, no puedo sino intuir, un cine y una sociedad sensible al arte que no puede sino conmoverse ante la oscura belleza de la vida y el hombre.